“Poema gay al amor ausente” dedicado a la memoria de Gastón.
Donde existió el amor no sobrevive el abismo del olvido.
Te fuiste hace tiempo buscando la luz del gozo eterno.
Mi alma se enfermó desde entonces,
Te extraño, te necesito.
Por la casa solitaria vago en sueños,
busco en sus grietas el olor de tu ausencia.
Tus caricias siento todavía y suspiro.
Las flores que te llevé ayer fueron de sal,
mis lágrimas las regaron.
Toqué en silencio una lápida fría,
¡se burlaba de mí!
¡se reía!
Quise rodearte con mis brazos,
no puedo, sufro, te ansío de nuevo.
Mi vida, tus cabellos todavía en mi oscuridad acaricio,
Sorbo tus mates, corto tus uñas,
lavo tus pies cansados por mil fatigas.
Te veo regresar,
erguido, triunfante.
Limpias la mesa y sirves el pan,
nuestro pan.
¡Aliméntame de nuevo!
¡Dime que no te has ido!
Dime que vuelves del trabajo,
cansado,
agobiado de manejar taxis ajenos,
pero feliz de traer a tu nido pequeño,
el sustento del amor,
nuestro amor,
que no conoce el olvido.