
Alma de Córdoba, 1
Cavé en las entrañas,
removí los huesos secos
de tus catedrales,
hice un foso muy profundo
tratando de hallar tu alma.
¡Es que la siento!
Bajo mis pies,
debajo de los mosaicos gastados,
bajo el empedrado
que circunda tus torres.
Se eleva hacia mi rostro
tu aliento ancestral.
Tus imágenes guardadas,
de que cuando las halle, dejarás de ser,
dejarás de hechizarme,
de cautivarme con esa búsqueda.
¡Para sentirte,
para hallarte,
apoyaré mi corazón en tus lozas calientes!
Te sentiré fluir,
como fluye tu arroyo de la Cañada,
hacia lo hondo de mí.
Allí, donde duerme lo más mío,
se tocarán nuestras vidas.
Alma de Córdoba, 2
Antigua y joven te me apareces.
¿Dónde tirarás, ciudad lo que te sobra?
¿Adonde cantarán tus pájaros
sin árboles sin nidos?
¿Formarás con tus countries barreras?
Esos paisajes falsos de utilería.
Barrios privados donde ocultas el miedo,
de vecinos que no se conocen ni saludan.
¿Te avergonzarás, quizás?
¡Te retractarás de tus desposeídos!
¿Pondrás un guardia en cada torre lujosa?
Mientras la miseria te roe los cayos.
¡Te alcanzará tu negación!
¿Podrás esconder en tus barracas y periferias
la miseria del que no tiene derechos?
Porque no puede pagárselos.
Poemas perteneciente al libro “Crónicas Urbanas“ autor, Ismael Clavero.