
“Se creyente; pero no religioso”
Se creyente, cree en la fuerza que te dio la vida y el aliento que
respiras, pero no creas que “alguien iluminado” pueda llegar a decirte la
verdad que tu mismo posees, pues el Espíritu vive en ti.
Se creyente, cree en la fuerza iluminadora del amor y en todas sus
manifestaciones; pero no erijas templos a la soberbia y el ego, pues la Divina
Fuente no necesita de ellos, solo necesita de tus actos nobles.
Se creyente, cree en las palabras de los profetas; pero no le creas a aquellos
que quieren erigir religiones basados en esas palabras, pues estos gurúes
medran y enriquecen con la inocencia tuya.
Se creyente, cree en las manifestaciones del Espíritu, pero no las
pongas en los actos y vivencias de iluminados alucinados, pues el Espíritu vino
a manifestarse en tu misma persona y señalarte tu sendero.
Se creyente, pero no aceptes los sermones de algún gordo sacerdote, quien te
dirá las verdades que él da por ciertas, pero tu corazón rechaza con toda su
fuerza, pues adentro tuyo sabes que no necesitas que alguien te señale los
caminos comunitarios del cielo, pues el camino del buscador es siempre
solitario y silencioso.
Autor: Ismael Pepe Clavero