Estuve platicando con un amigo que
conocí los otros días, un señor maduro llamado Edu, que había perdido a su
pareja, un amigo que lo había acompañado durante treinta y cinco años de su
vida, o sea, que prácticamente compartieron toda la vida juntos: la juventud y
plenitud de sus cuerpos, el descubrirse en la intimidad, “puertas adentro” ya
que estoy hablando de otras épocas, en las que el ser gay se miraba como algo
raro, y en casos de gente más obtusa y juzgadora, directamente se tachaba de
“putos degenerados” como se lo supe oír de niño a una tía, prima de mi padre.
El caso es que Edu, después de haber transitado su desierto de dos años de
permanecer en soledad, descubrió que su cuerpo todavía estaba allí, y sentía
deseos de ser amado nuevamente, y se propuso bucear en la Red de Internet, tratando de
hallar el amor nuevamente; infructuosa tarea para una persona madura, que nunca
fue “soltero en busca de…” y que siempre tuvo un compañero fijo a su lado.
Alguien con quien vivió los momentos más intensos de su vida, como el amar y
ser amado. El ser despertado en las mañanas con un beso lleno de dulzura y
sorprendido por un abrazo furtivo en la cintura, que auguraba el secreto deseo
de hacer el amor en la tempranera mañana que estallaba con el vigor de la
felicidad, iluminando las flores y árboles del jardín. El sentirse “el corazón
derretido”, (ya en el ultimo año de vida de su pareja, cuando este se
encontraba muy aquejado de una ulcera sangrante, y un glaucoma que lo había dejado
con muy poca visión) cuando Edu le preguntaba -¿Cómo te sentís mi cielo, hoy?-
Y él le contestaba con débil voz, pero embargado de amor: Al verte a vos me
siento bien. Y el corazón de Edu daba un brinco en su pecho, y lo sentía
galopar con los brios de un veinteañero. Porque a pesar de que aquel que amaba
se estaba marchitando como una rosa expuesta al sol, y la vida se le escapaba
en cada suspiro, todavía irradiaba desde el centro de su ser un amor inconmensurable.
Y regresaban a Edu las gaviotas de las playas de Mar del Plata, se agolpaban en
sus sienes tantas cosas bellas compartidas entre dos que se aman. Cuando
tomados de la mano recorrieron esas interminables arenas en busca de las
caracolas marinas de Alfonsina Storni. O cuando las góndolas en Venecia
acunaron con sus vaivenes sus cuerpos sedientos de amor y vida…Pero todo eso ya
no estaba; solo quedaban frente a Edu los sueños que desgranaban los fantasmas
de la ausencia, la casa fría y oscura que ocultaba en sus sombras fotos del
ayer que ya no quieren contemplarse, pues provocaban lagrimas y añoranzas del
pasado que no regresa jamás. Solo estaban frente a Edu, esta soledad que
anhelaba exorcizar con mensajes recibidos de otros solitarios como él. Mentiras
e histerias de internautas que no creen que el amor sea posible de nuevo. Pues
se niegan a creer en el otro, a aceptarlo como lo que es, un humano de carne y
hueso; no un ser cibernético fabricado con ideales inalcanzables. Ya que todos
los gay anhelamos secretamente toparnos en los senderos de nuestras vidas, con
un Ricky Martín para colmar nuestros sueños. Pero solo podemos aferrar en
nuestras ilusas manos la realidad nuestra de cada día, donde lo que existe son
personas no tan perfectas, con defectos y también con muchas virtudes; personas
en donde debemos bucear para encontrarnos con la llama del afecto y la
comprensión. Personas ocultas tras los velos de su “aparente distanciamiento”,
ocasionado por años de búsquedas y mentiras que se tejen y destejen en las
redes sociales. Personas que parecen ideales distantes e inalcanzables, pero
que ante el primer abrazo o la primera cita se conmueven por estar frente a
frente con el otro, un ser de verdad, con sus mismos deseos y aspiraciones. El
deseo verdadero de ser amados por lo que son, no por lo que aparentaron ser.
Escribir novelas y cuentos,poemas,nadar, andar en bici,jardineria. Y pensar la vida, porque de eso se trata, pensar, pues es lo único que nos llevaremos de este mundo.
Bienvenidos a mi bitacora, donde les muestro otra de mis fascetas como escritor y poeta. Tambien realizaré recomendaciones y críticas literarias de escritores y poetas contemporaneos.